
El fútbol regresó a Mazatlán tras la Fecha FIFA, y la afición se dio cita en El Encanto para alentar a los Cañoneros en un duelo frente a los Pumas de la UNAM. La ilusión estaba puesta en lograr un triunfo en casa, pero la noche terminó siendo complicada para los locales, con un marcador final de 4-1 a favor de los universitarios.
El arranque fue prometedor. Apenas a los 6 minutos, Sebastián Fierro encendió a la tribuna con un disparo cruzado que pasó rozando el arco de Keylor Navas. El grito de gol se quedó en las gargantas, y poco después la historia se torció: a los 9 minutos, el árbitro señaló penal para los visitantes y Guillermo Martínez lo convirtió en el 0-1.
Mazatlán buscó reaccionar con fuerza, pero en el tiempo agregado de la primera mitad, el propio Martínez volvió a hacerse presente y firmó su doblete, complicando aún más las cosas. Sin embargo, antes del descanso, un rayo de esperanza iluminó el estadio cuando Fábio Gomes, tras una gran asistencia de Omar Moreno, marcó el 1-2 que levantó los ánimos de la tribuna.
En la segunda parte, los Cañoneros estuvieron muy cerca de empatar. Nicolás Benedetti tuvo en sus pies la oportunidad desde el manchón penal, pero Navas volvió a demostrar su experiencia y atajó el disparo. Los intentos de Jordan Sierra y Yoel Bárcenas mantuvieron viva la ilusión, pero la pelota simplemente no quiso entrar.
El cierre del partido se volvió cuesta arriba. A pesar de que Joaquín Esquivel estuvo a punto de ser expulsado, el VAR corrigió la decisión y todo parecía indicar que Mazatlán aún podía pelear. Sin embargo, en los últimos minutos, Pumas aprovechó los espacios: Alan Medina marcó el tercero y, ya en el tiempo agregado, José Juan Macías sentenció desde el punto penal para decretar el 4-1 definitivo.
La derrota dolió, pero el espíritu del equipo y de la afición se mantiene intacto. El próximo viernes 19 de septiembre, los Cañoneros volverán a saltar a la cancha del Encanto, esta vez para recibir a los Rojinegros del Atlas, con la misión de darle vuelta a la página y buscar una victoria que devuelva la alegría a su gente.