Esta noche comenzó la era de Javier Aguirre y Rafa Márquez, aunque no había muchas esperanzas en la cancha y en la tribuna, lograron sorprender con un marcador 3-0.
Al rededor de 25,271 aficionados fueron los que se dieron cita esta tarde en el Rose Bowl, estadio con capacidad de 93 mil personas, esto demostrando que los aficionados no perdonan y no conectan con la actual selección de México.
Es importante mencionar que la última vez que México enfrentó a Nueva Zelanda fue en el año 2017, cuando se vieron las caras en la Copa Confederaciones, donde México ganó por 2-1, por lo que se esperaba un buen resultado en este enfrentamiento.
La victoria de México inició con un gol de Pineda a los 5 minutos, seguido de una buena combinación entre el “Piojo” Alvarado y Luis Romo para que Cesar "El Chino" Huerta cerrara la pinza a los 53 minutos del segundo tiempo, demostrando la superioridad de los mexicanos.
Luis Romo haría el 3-0 al ’57, ya con la comodidad de que los mexicanos recibían tiempo y espacio por parte de sus adversarios, y Romo salda así la deuda, cuando en el primer tiempo, en la mejor jugada de México, estrelló el balón en el poste, a un pase en diagonal y profundo que le sirvió Orbelín.
Ya con los cambios de Córdoba, Láinez, Martín, Charly y Angulo, México se aisló y encerró muchísimo más, para así salvar la portería en ceros de los mexicanos y no dejar pasar este marcador.
La afición mexicana no respondió bien, debido a las bajas expectativas que se tienen con este equipo. México ha sufrido demasiadas decepciones como en la Nations League que se perdió contra Estados Unidos, además de la Copa América, que no lograron pasar de fase de grupos.
Esos malos resultados provocaron la salida de los últimos dos entrenadores de la Selección, como Diego Cocca y Jaime Lozano, provocando la llegada de Javier Aguirre al TRI.
El próximo enfrentamiento de México será contra Canadá, en Texas, partido en el que se espera que mejore la entrada, con la presentación que tuvo Aguirre como técnico del Tricolor.